domingo, 7 de marzo de 2010

EL CINE

Solo en casa. Las “popitas” dan vueltas en el microondas. El homecinema está más que preparado. Teléfono desconectado y móvil apagado. Comienza a llegar el olor de la cocina: las palomitas están listas. El refresco ya espera en la mesa del salón, donde tengo un paquete de pipas a modo de reserva. Apago las luces. Introduzco el disco en el reproductor de dvd. Me acomodo en el sofá: coloco los cojines adecuadamente y pillo “la posición”. Pulso play. Surge un laberinto de menús y opciones donde intento esquivar los trailers, contenidos adicionales y easter eggs. Comienza la película, con la cabecera de la productora ya me regodeo de la gran inversión que supuso el sistema 5.1 del homecinema: ¡qué bien suena todo!

No obstante… no es lo mismo. Y no es culpa de que, en lugar de proyectar la imagen sobre la pared esté usando una pantalla plana de 32 pulgadas sin tdt integrado, ni de que esté simulando una sesión nocturna de cine a las tres de la tarde mientras todos se han ido a dar una vuelta… es que…. No es lo mismo.

Porque, con independencia del precio de las salas, del adolescente porculero o la maruja parlanchina dispuestos a molestar durante la película, que los argumentos e historias de las películas sean cada vez peores… no hay nada como disfrutar de una película en pantalla grande. Lo mismo da si estamos ante una película de autor o taquillera, sesuda o palomitera, independiente o de grandes estudios, simpática o dramática, de terror o infantil, si necesitamos gafas 3D o al director para que nos la explique, si el libro o la primera parte estaba mejor, la necesidad de hacer el remake o la secuela, si la actuación fue para oscar o para matar al protagonista, si viendo los trailers ésta hay que venir a verla y para ésta esperamos a que salga el dvd… Te sientas en tu butaca, te dejas llevar por las imágenes que se proyectan en la pantalla, por el sonido envolvente… y durante un rato abandonas este mundo terrenal de estrés, rutina y crisis mundial, para participar como un personaje más (o espectador de lujo) de una nueva realidad distinta a la tuya. No hay botón de stop, no hay botón de pausa. Sólo una experiencia visual, auditiva, intelectual, imaginativa, cultural... de la que disfrutar.
En el cine, más que facilitarnos el contacto con el séptimo arte... es una fábrica de sueños.

2 comentarios:

JAVB dijo...

Dijiste que ibas a hacer un blog de cine, y pensé: "Será el mejor de sus blogs".

Vi la cabecera y el diseño, y pensé: "Será el mejor de sus blogs"

He leido el primer post, y confirmo: Es tu mejor blog. Y además, con diferencia.

JAVB dijo...

Por cierto....no está mal estrenarlo con los Oscars 2010