lunes, 7 de febrero de 2011

DISNEY DESCAFEINADO

He de reconocer que había perdido mi fe por completo. De hecho, y a pesar de lo visto y vivido esta misma tarde, aún no las tengo todas conmigo… aunque hay motivos de esperanza.

Al igual que no es oro todo lo que reluce, no es clásico toda la animación que sale de la factoría Disney. Desde mi (humilde, siempre humilde) punto de vista, los clásicos Disney murieron con Mufasa y Scar: El Rey León ha sido el último titán de una larga serie que comenzó con Blancanieves. Tras él se han ido alternando una serie de productos faltos de carisma (Mulán, Tarzán, Fantasía 2000), fallidos (Hércules, El jorobado de Notre Dame, Pocahontas, Bolt…), despropósitos (Atlantis, El planeta del Tesoro, El emperador y sus locuras…) y cosas inclasificables (Chicken Little, Zafarrancho en el rancho, Lilo y Stich…) Películas todas que consiguieron alejarme de las salas de cine y apostar por sufrir la decepción y el posterior berrinche en casa. La llegada de 1995 supuso el fin de un imperio (y su consiguiente estrepitoso declive), con la década del “2”: Aladdin (2 y 3), Pocahontas (2), Cenicienta (2), ¡Hermano Oso 2!, ¡¡¡Tod y Toby 2!!!… con los que intentaron hacerse los reyes del “cine en casa”.

La salida de Jeffrey Katzenberg de Disney y su sociedad con Spielberg en Dreamworks hizo temblar (yo diría incluso que derrumbó) los pilares del otrora imperio del tito Walt, y creó uno de los grandes iconos de la animación del nuevo siglo: Shrek (pero esta es otra historia)

Los más veteranos recordarán que ya Disney ya pasó por una época oscura parecida: la década de los 80, la del relevo, en la que se fraguaron Tod y Toby, Taron y el caldero mágico, Basil ratón superdetective, La tostadora valiente, Oliver y su pandilla… y que acabó de golpe con la aparición de La Sirenita.

Desde la historia (la sabia conjunción drama–comedia), a la enorme importancia de los personajes secundarios; de la perfecta unión música y letra de las canciones, al concepto de banda sonora como melodía celestial; de la capacidad de asombrar a un niño, al secreto de atraer a los adultos a las salas para ver películas de animación... Fueron algunos de los clichés que se destaparon con la historia de la pequeña sirena Ariel, y que se siguieron a pie juntillas con La Bella y la Bestia (primera de dibus nominada a los oscars en la categoría de mejor película), Aladdin y El rey león. Puede que por compensación, 1995 (año de Pocahontas y Goofy e hijo) Pixar apareció en nuestras vidas y en la de Disney: Toy Story, la película que cambió el concepto de “peli de dibujitos” y, con ello, el rumbo de la historia del cine de animación.

Supuestamente, éste iba a ser un especial Disney (si las cadenas de tv celebran fechas como la navidad con pelis suyas, ¿por qué yo no iba a conmemorar el primer aniversario palomitero de la misma forma?), pero la nostalgia de lo visto en la niñez y el bochorno de lo último suyo visto (Tiara y el sapo, donde nada es salvable) me impedía trabajar el tema con la alegría y el optimismo suficiente.

Pero he visto Enredados y, si bien no es el Disney que fue, si bien no está llamado a ser un clásico, apunta en buena dirección (seamos malos, el productor ejecutivo es el mandamás de Pixar, el dire de Toy Story, John Lasseter… y se nota)

En comparación con clásicos princesiles (Bella Durmiente o Cenicienta), se ha perdido la carga dramática y se apuesta claramente por la comedia, una comedia clara, directa y sencilla, encaminada a hacer saltar de la silla a los peques y a dibujar la sonrisa de los adultos. La psicología femenina está a años luz de aquella de “princesa que sueña con ser rescatada”, mostrándonos las mil una dudas de una adolescente; el galán, más que salvador es mera comparsa. Vuelven los secundarios potentes, las malas malísimas, la conjunción de animación y ordenador casi perfecta (nada de personajes en 3d, un claro homenaje a la animación tradicional), la banda sonora es bastante curiosa (aunque haya, para mi gusto, demasiadas canciones) y conmueve sin ser pringosa.

Hay lugar para la esperanza… aunque tráilers como Winnie the Pooh y Gnomeo y Julieta me hagan estremecer.

Próximamente: Especial Disney

2 comentarios:

JAVB dijo...

Para mi, como Alicia ninguna. Por cierto, hoy es mi no cumpleaños.
Le sigue "El libro de la selva" y su genial numerito musical "Quiero ser como tú".

Friki Fontaneda dijo...

Yo sigo creyendo que al guionista de "Chicken Little" habría que expulsarlo de la Via Lactea, que "Taron y el caldero mágico" fue adelantada a su época, y que "Basil el ratón superdetective" merecería una reformulación (un homenaje al universo de Sherlock Holmes no debería saldarse con esta peli)
De los clásicos,,, hablaré en otro post